sábado, 26 de enero de 2013

La Honestidad en el Mundo Real


“I wonder what it's like to be a super hero
I wonder where I'd go if I could fly around downtown
From some other planet, I get this funky high on yellow Sun”
Matchbox 20, Real World.

Si, la verdad la honestidad es un valor que no se le da la importancia que se merece.  Y hoy en una charla de chicas me logro percatar además de que eso es simplemente una ilusión.  Y durante esta semana esta es la segunda ocasión en la que tocamos el mismo tema: la honestidad es asunto del pasado.
Primero, hablemos de negocios.  En una charla bien interesante mi jefe inmediato habla de mis perspectivas futuras en el trabajo: que él espera de mí, que cosas debo alcanzar.  Y la más importante que mencionó es que  necesito más malicia.   La larga charla fue para decirme que en el mundo de los negocios no puedes ser transparente, tienes que saber qué decir y cómo decirlo enfocado a lo que quieres lograr.  Lo cual, sí, es cierto.  Si por ejemplo te equivocas en algo que hace perder muchos millones a tu cliente no vas y se lo cuentas a menos que no haya otra opción.  No, tú lo escondes o se lo explicas de tal manera que salgas bien librado.   Además los negocios siempre es como un juego de póker en el cual tienes que mostrar un perfil indescifrable hasta que tengas el juego ganado.
Puedo vivir con que mi vida profesional tiene que ser así.  De hecho toca hacerlo.  Calzarse la máscara para triunfar.
Ahora… pasemos al punto dos.  No sé ni cómo empezarlo.  Primero mencionaré el hecho de que siempre por más años que pasen termino siendo un poco más ingenua que el resto.  Obligarse a eliminar emociones, a crear altas murallas, es mi manera de protegerme.  Pero como digo, “siempre, todo no es suficiente”.   Me he dado cuenta que la gente además de deshonesta es egoísta, lo cual se resume que cada persona hará lo que sea para lograr sus propios objetivos personales, con unas excepciones tan estrictas que se vuelven casi nulas al final.
Yo con mis parejas he sido transparente totalmente.  Y lo más importante que he pedido es lo mismo de vuelta… solo eso.  Entonces voy y me percato que lo único que deseo es aquello que no puedo obtener.  Yo estoy por creer que es imposible encontrar una persona con la cuál yo no tenga que usar mi máscara, y esperar lo mismo a cambio.  Cansa honestamente, pero profesionalmente tengo que hacerlo para sobrevivir en este mundo.  Ahora, que encima tenga que llegar a mi casa y jugar ese póker face con mi pareja, es el colmo de los colmos.  Desgasta.

“I wonder what it's like to be the rainmaker
I wonder what it's like to know that I make the rain”

Quizás hay cosas que una vez rotas no se pueden pegar y ya.   Mejor es cerrar el libro y buscarse otro.  O simplemente quedarse sola.
La verdad es que hay una larga lista de conclusiones personales que saqué de esa conversación de ayer, cosas que duelen y en las cuáles he decidido creer, pero siempre me queda la duda de si estoy haciendo el papel de estúpida y me están viendo la cara de idiota.
Mi pecado más grande es haber sido demasiado buena siempre: con mis amigos, con mis compañeros, con mis parejas.  Supongo que es suficiente de eso. De repente es que este mundo no está hecho para gente como yo que me la paso buscando bondad donde lo que existe es egoísmo.  Quizás es tiempo de tomarse en serio el papel y usar la máscara en todas las dimensiones.  O largarme y claudicar de esta mi vida… quizás siendo nadie en un lugar al que nadie le importe de verdad, no que no les importe y me hagan ver lo contrario. I’m tired of lies…

“Straight up, what did you hope to learn about here
If I were someone else, would this all fall apart
Strange, where were you, when we started this gig,
I wish the real world, would just stop hassling me”.


Sábado 26 de enero, 2013.
7:09 am

jueves, 3 de enero de 2013

Entre los Jedi y los Sith




La vida humana no está exenta de emociones, sin embargo los últimos días he estado leyendo algo que me ha puesto a pensar en la posibilidad de que sería vivir sin ellas.  Esa no es una idea nueva… porque veamos: en la película Equilibrium  nos muestran una sociedad que ha decido tomar una píldora para eliminar las emociones, las que consideran causantes de una Tercera Guerra Mundial.   En el libro que leo, La Noche del Cazador de Nahili Singh, la historia se sitúa en un mundo donde hay tres razas, de las cuáles la más poderosa es una con poderes síquicos que para suprimir su tendencia a las psicosis e instinto asesino, se deciden a seguir un protocolo que llaman “el Silencio”, cuyo objeto es eliminar cualquier vestigio de emoción.    Por casualidad también me he topado con una peculiaridad de Star Wars.  A pesar de me encantan las películas y la filosofía, no soy una fanática.. así que desconocía los dos textos que les muestro:

 Peace is a lie, there is only passion.

Through passion, I gain strength.

Through strength, I gain power.

Through power, I gain victory.

Through victory, my chains are broken.

The Force shall free me.
The Sith Code


There is no emotion, there is peace.
There is no ignorance, there is knowledge.
There is no passion, there is serenity.
There is no death, there is the Force.
The Jedi Code

Lo que yo entiendo, es que por un lado los Siths buscan el poder, y para llegar al poder se basan en las emociones.   Mientras tanto, los Jedi buscan el conocimiento por medio de la paz, la cual logran evitando emociones.  Entonces, vemos que no tener emociones se ubica en un contexto positivo en la mitología Star Wars (si algún fanático de verdad quiere rebatirme, estoy dispuesta a escuchar y aprender).  En el resto, no tenerlas es negativo pues implica que perdemos aquello que precisamente nos hace humanos.
Pero regresemos al mundo de verdad.  Creo que a la mayoría de las personas las emociones intensas los han hecho cometer más de un error, especialmente las más fuertes: el odio y el amor. Por un lado pueden llevarnos a superar obstáculos imposibles para llegar a lo inalcanzable, por el otro nos podemos convertir en verdaderos monstruos.
Ligando esto a una situación concreta quizás desterrar las emociones sea la solución al problema de mis amigas.  Es que verán, por alguna coincidencia absurda, la mayoría de mis amigas, amigas de mis amigas, compañeras, conocidas, etc están pasando por situaciones similares que concuerdan en una cosa: mujeres bonitas, inteligentes, enamoradas de hombres que no las aprecian… por un lado tienen un listado de chicos que se desviven por ellas, pero ellas simplemente se enfocan en uno en especial, y sufren como unas desgraciadas.
Es cierto eso que dicen: que las mujeres enamoradas somos brutas.  Es que a veces tienes la evidencia en frente: que te fue infiel, que es un borracho, jugador empedernido, o quizás es hiriente y vengativo contigo.  El listado de estas evidencias es largo. El punto aquí es que la mujer en cuestión es especialista buscando excusas para explicar el comportamiento de su adorado tormento. ¿Tonta?  No.. para nada, ¡estúpida!   Por querer tapar el sol con un dedo, teniendo la evidencia en tus narices eliges creer sartas de mentiras.  ¿Es que elegimos mal?  Por supuesto que sí, la pregunta es como terminamos con esa elección.  Entonces regresamos al principio, donde las emociones terminan de nublar el pensamiento crítico, por no decir que anularlo.  
Desterrar las emociones sería una solución fantástica.  Pero por mi propia experiencia puedo decir que hacer esto es muy difícil, por no decir que imposible.  Los seres humanos estamos condicionados a sentir, es parte de lo que nos hace humanos.   Lo que uno si puede hacer es delimitar, al menos a mi me ha funcionado.   Con esto me refiero a que uno intenta manejar las emociones conscientemente, o sea, digamos que conoces a alguien que te llama la atención:  pues trátalo como si no te llamara la atención… pruébalo, para darte cuenta si es alguien que se merece que tú sientas algo.  Al final vas a tener un castillo resguardado por un muro construido a base de razón, para evitar que no cualquier pase a tu corazón.   El punto débil de esta estrategia es que una vez dentro, igual que el caballo de troya, pueden dañarte.   Al final, volvemos al principio…
Leyendo el código Sith entonces pienso qué emoción puede general la pasión suficiente para darte la fuerza necesaria para vencer.  Irse por la rabia y el odio no hace más que contaminar tu espíritu, y eso sí que te lleva por el lado oscuro.   Entonces… los Jedi, te dicen que olvides toda emoción y te concentres en la paz.
A mí en lo personal, el lado oscuro siempre me parecerá más atractivo, porque siendo buena solo me han pasado cosas malas.   De hecho, ese es el círculo vicioso de la maldad.   La mayoría de las personas empiezan siendo buenas, entonces viene alguien y los hiere tan profundamente que terminan excluyendo la bondad de sí mismos y se convierten en un ser oscuro, o digámoslo más claro: hijos de puta.  Porque te das cuenta que para sobrevivir en este mundo no puedes ser bueno, tienes que ser malo, sino lo que tienes al frente es un camino de dolor.
Yo, tomaré un poco de ambas cosas.   Usaré la pasión enfocada en hacer las cosas que me gustan para obtener el poder.  Y buscaré la paz desterrando las emociones de mí… al menos debo tratar.

3 de enero de 2013.
7:17 am

miércoles, 2 de enero de 2013

2013... Cambiar el paradigma


Peace is a lie, there is only passion.

Through passion, I gain strength.

Through strength, I gain power.

Through power, I gain victory.

Through victory, my chains are broken.

The Force shall free me”.
Sith Code.

Desde que tengo unos 12 años, recuerdo que el 31 de diciembre decidía ponerle un nombre al año: “el año del cambio”, “el año en que comienzas a hacer las cosas bien”, “el año de no rendirse”… ese tipo de nombres.  Quizás es como dice mi fantasma personal: que los seres humanos necesitamos “closures”, necesitamos ver la vida por etapas, saber que puedes terminar una, pero más que nada saber que puedes empezar de nuevo, que tienes una oportunidad más de hacer las cosas bien, o al menos, mejor que antes.
En estos días me estaba obligando a pensar en un nombre para el 2012, pues no le di uno como la costumbre dictaba a inicio de año. ¿Cómo definir un año, que no fue tan trágico como el 2011, pero igual no ha sido uno de los mejores años de mi vida?  Sin embargo, fue igual de bueno también.   Creo que ahora si puedo decir que realmente conozco mi país, porque viajé lo que no había viajado en todos mis demás años de vida.  Estuve en el exterior una temporada también, un mes y medio aproximadamente (disque de “training”, que al final resultó ser más que nada un paseo).  Sin embargo también tengo que admitir que este año pasaron cosas que fácilmente puede incluirlas en el listado de las que más me han dolido.  También puedo mencionar que específicamente desde este año, he empezado a ver el mundo con otros ojos… no sabría como explicarlo, pero es como si vieras y escucharas a los chicos que están entrando en los veinte y pensaras: no sabe lo que le espera, no tiene idea de lo que el mundo es.  Si, no es que me siento vieja, pero sé que ya no soy la niña que era antes.   “He visto el mundo, y el mundo me ha visto”.
Quizás podría definir el 2012 como el punto crítico de mi crisis existencial, que lleva gestándose desde hace unos cuantos años cuando me di cuenta que soy algo diferente al resto de las personas.   He encontrado la manera de encajar en el mundo, de “mimetizarme”, pero la verdad es que yo y este mundo, al menos este lugar, no concordamos.  Estoy viviendo una vida que no refleja para nada lo que yo soy.  El punto de partida es lo que hago para ganármela, tema de múltiples menciones en este blog, porque seamos honestos: podré haberme graduado de la escuela de ingeniería, y relativamente con buenas calificaciones, soy lo suficientemente buena en mi trabajo como para ser parte del staff oficial, recibir bonos y aumentos periódicos de salario… pero yo, no disfruto lo que hago.  No voy a decir que lo odio (aunque hay días que sí, la mayoría) pero yo no me vi a punto de cumplir 28 años y haciendo lo que hago.  Me ví con un doctorado, investigando virus extraños o alguna otra cosa rara, tratando de encontrar la verdad de este mundo… escribiendo libros, o incluso quizás tocando en una banda de rock.  Me ví de muchas formas y terminé siendo el ser humano promedio: un trabajo de 8 a 6, un auto normal, en una vida rutinaria.  Si, “rutinaria”, el cuco que también se comió la relación con el único hombre que realmente he querido en mi vida.
Entonces… 2012, te agradezco los paseos, pero todo lo demás te lo puedes agarrar y metértelo por donde mejor te quepa, porque honestamente espero no recordarte. 

“Being a phantom who wants to become reality”.

“Now in my remains
Are promises that never came
Set the silence free
To wash away the worst of me”.
… Linkin Park.

Añado una cosita más antes de que olvidemos el 2012: me leí veinte libros en el año, el doble del año pasado.  Eso me hace supremamente feliz.  Uno en especial ha hecho que mire las cosas un poco distintas: Steal Like an Artist.  Me hizo entenderme un poco mejor, y me ha dado un par de luces sobre lo que tengo que corregir para poder ser la escritora que siempre he querido ser.  Y contrariamente a lo que yo pensaba, no tengo que renunciar a ser pintora o ser música, ¡puedo serlo también!  Porque precisamente eso es lo que hace que lo que uno escriba sea distinto: procesar todas aquellas experiencias, aquello que amamos y que nos lleva a concluir en otras cosas y crear algo con nuestro sello personal.   Ese libro me dio esperanzas, algo de lo cual no he tenido mucho últimamente.
Hay muchas cosas que hacer y que definir en el 2013.  He estado en el limbo. Esperando no se qué, sin hacer nada por salir de esta vida que odio.  Creo que no necesita un nombre, tampoco necesita un plan.  El 2013 lo que necesita es acción, cambios, modificar mi paradigma.
Y está lo del amor.  Después de la gran decepción, de pensar que ya todo estaba perdonado y olvidado, me doy cuenta que el perdón es más difícil de lo que uno piensa, entre más quieres más duele, más cuesta.   Entonces mi fantasma resulta ser alguien que me comprende en muchas vías que nadie lo ha hecho, pero borrar el pasado es imposible. ¿Cómo se puede sentir tanto y a la vez tener tantas razones para que algo no funcione... y a la vez, lo más importante es lo que funciona?   Honestamente, mi vida es todo un drama, algún día debería escribirlo porque a veces ni yo misma me creo como tengo todas las complicaciones que tengo.   Pero ante situaciones así se sigue adelante, hay cosas por las que vale la pena luchar, en las cuales tu tomas el rayo de esperanza que te queda para que te guíe por la oscura noche.  ¿Por qué?  No hay respuesta para eso… pero se me ocurre pensar que todo en la vida ocurre por una razón, independientemente de que la conozcamos o no, y la otra cosa es lo que le dijo a alguien su padre: ¿Para qué nos caemos?... Para aprender a levantarnos.  Olvidando el dolor, el pasado, y el mundo yo tengo una certeza y a eso le estoy apostando todo.
En el último libro que leí, en un futuro no lejano una raza de seres humanos con poderes síquicos gobierna el mundo, a estos humanos las emociones les impiden controlar correctamente sus poderes, porque siempre se dejan llevar por la ira, y de alguna forma el lado oscuro predomina.  Entonces, encuentran que la solución para tener el control es “el Silencio”: un lavado cerebral para borrar toda emoción.   En fin: ¡mi utopía!  Desde el día en que alguien me dijo que era débil por sentir dolor cuando te hieren me propuse ser lo más carente de emoción posible.  Y lo he logrado, parcialmente… pues he creado un muro: si estás fuera no me importas, el problema es con los que están dentro, la gente que quieres son aquellos que más fácilmente pueden destruirte.   Entonces.. pienso si en verdad… más bien, a veces quisiera agarrarme la mano y arrancarme el corazón y dejar de sentir.  Según los “Sith”, la pasión es lo que te lleva a tener fuerza para romper tus propias cadenas… según los “Jedi”, solamente sin emoción se llega a la armonía necesaria para estar en paz con la “Fuerza”.
¿Cuál es la respuesta entonces? ¿Cuál es el camino correcto?  ¿Qué hacer en 2013 para salir del limbo? En este preciso momento no tengo la menor idea.  Solo sé que como todo en la vida, no puedo irme por ninguno de  los dos extremos: la emoción te da la fuerza que necesitas, pero al mismo tiempo tienes que estar en paz.  Solo de esa manera creo que podré usar la fuerza, y convertirme en aquello que estoy destinada a ser.

Miércoles, 2 de enero, 2013.
6:25 AM