“I wonder what it's like to be a super hero
I wonder where I'd go if I could fly around downtown
From some other planet, I get this funky high on yellow Sun”
Matchbox 20, Real World.
Si, la verdad la honestidad es un valor que no se le da la
importancia que se merece. Y hoy en una
charla de chicas me logro percatar además de que eso es simplemente una
ilusión. Y durante esta semana esta es
la segunda ocasión en la que tocamos el mismo tema: la honestidad es asunto del
pasado.
Primero, hablemos de negocios.
En una charla bien interesante mi jefe inmediato habla de mis
perspectivas futuras en el trabajo: que él espera de mí, que cosas debo
alcanzar. Y la más importante que
mencionó es que necesito más
malicia. La larga charla fue para
decirme que en el mundo de los negocios no puedes ser transparente, tienes que
saber qué decir y cómo decirlo enfocado a lo que quieres lograr. Lo cual, sí, es cierto. Si por ejemplo te equivocas en algo que hace
perder muchos millones a tu cliente no vas y se lo cuentas a menos que no haya
otra opción. No, tú lo escondes o se lo
explicas de tal manera que salgas bien librado. Además los negocios siempre es como un juego
de póker en el cual tienes que mostrar un perfil indescifrable hasta que tengas
el juego ganado.
Puedo vivir con que mi vida profesional tiene que ser así. De hecho toca hacerlo. Calzarse la máscara para triunfar.
Ahora… pasemos al punto dos.
No sé ni cómo empezarlo. Primero
mencionaré el hecho de que siempre por más años que pasen termino siendo un
poco más ingenua que el resto. Obligarse
a eliminar emociones, a crear altas murallas, es mi manera de protegerme. Pero como digo, “siempre, todo no es
suficiente”. Me he dado cuenta que la
gente además de deshonesta es egoísta, lo cual se resume que cada persona hará
lo que sea para lograr sus propios objetivos personales, con unas excepciones
tan estrictas que se vuelven casi nulas al final.
Yo con mis parejas he sido transparente totalmente. Y lo más importante que he pedido es lo mismo
de vuelta… solo eso. Entonces voy y me
percato que lo único que deseo es aquello que no puedo obtener. Yo estoy por creer que es imposible encontrar
una persona con la cuál yo no tenga que usar mi máscara, y esperar lo mismo a
cambio. Cansa honestamente, pero
profesionalmente tengo que hacerlo para sobrevivir en este mundo. Ahora, que encima tenga que llegar a mi casa
y jugar ese póker face con mi pareja, es el colmo de los colmos. Desgasta.
“I wonder what
it's like to be the rainmaker
I wonder what
it's like to know that I make the rain”
Quizás hay cosas que una vez rotas no se pueden pegar y ya. Mejor es cerrar el libro y buscarse
otro. O simplemente quedarse sola.
La verdad es que hay una larga lista de conclusiones personales
que saqué de esa conversación de ayer, cosas que duelen y en las cuáles he
decidido creer, pero siempre me queda la duda de si estoy haciendo el papel de
estúpida y me están viendo la cara de idiota.
Mi pecado más grande es haber sido demasiado buena siempre: con
mis amigos, con mis compañeros, con mis parejas. Supongo que es suficiente de eso. De repente
es que este mundo no está hecho para gente como yo que me la paso buscando
bondad donde lo que existe es egoísmo.
Quizás es tiempo de tomarse en serio el papel y usar la máscara en todas
las dimensiones. O largarme y claudicar
de esta mi vida… quizás siendo nadie en un lugar al que nadie le importe de
verdad, no que no les importe y me hagan ver lo contrario. I’m tired of lies…
“Straight up,
what did you hope to learn about here
If I were
someone else, would this all fall apart
Strange, where
were you, when we started this gig,
I wish the real
world, would just stop hassling me”.
Sábado 26 de enero, 2013.
7:09 am