jueves, 8 de septiembre de 2011

Ever Again

A veces llega un momento en la vida donde tu simplemente deseas olvidar, no sacar los por qué, o los cuándo, o los cómo,  solo olvidar…  pero el dolor es inmenso, y los recuerdos, los buenos y los malos, no son más que dagas que traspasan los poros de mi cuerpo.    Si la teoría de la reencarnación es cierta, si en verdad somos almas con muchas experiencias humanas, tiene sentido que olvidemos todo al empezar una nueva vida, pues la carga emocional que traemos de la anterior es  inmensa.  Yo solamente estuve 4 años con él, y fue mi novio, no mi esposo, no tuvimos propiedades en común y tampoco vivimos juntos, y aún así la carga que llevo encima pesa montones.
En verdad, sólo quisiera olvidar, desde todos los puntos de vista lógicos lo mejor era que pasara lo que pasó.  Al menos ahora no tengo esa ansiedad y esa desesperación por no saber que me deparaba el futuro.  Al menos tengo tranquilidad.  Pero los cochinos detalles me traicionan… cosas sencillas, cosas tontas como que siempre escogíamos entrar al cine de cierta forma, o que siempre íbamos a una específica tienda a ver ciertas cosas… esos cochinos detalles de la cotidianidad son los que me hacen recordar que pasó, me sentí muy bien y jamás se volverá a repetir.  Jamás, ever again.  Y yo me prometí a mi misma que después de que terminamos aquel día, y salió por la puerta de mi casa, ese día se murió lo que sentía por él, los sueños, las ilusiones, las esperanzas y los deseos de tener un futuro con él, se murió la forma en la que yo lo quería, y de paso una parte de mi misma que me aterroriza no poder recuperar.  En verdad que lo que más me preocupa, es que no me siento capaz de amar de la misma manera, de la misma intensidad.  Yo le dí absolutamente todo, lo mejor de mí misma, y me partió el corazón en pedacitos.  Entonces es cuando piensas si es que no fuiste lo suficientemente bonita, o lo suficientemente inteligente, y en ese instante te prometes a ti misma que jamás en la vida vas a entregarte de esa forma a alguien… porque de esa es la manera en que te pueden destruir.
Y … a mi me destruyeron.  Mataron todo, y por un instante me quedé sin razones para vivir.  Luego aparecieron las personas incondicionales de mi vida y me sacaron del abismo en el que iba a caer.   Pero aún así, ya salvada, hay momentos en los cuales siento que no puedo.  Lógicamente, es la oportunidad perfecta para reinventarme, para de una vez por todas convertirme en la persona que siempre he querido ser y que he dejado de ser por razones absurdas que me inventaba para no seguir.  En verdad que lo puedo hacer, sé que tengo todo para lograrlo… pero entonces, sale la duda y me pregunta ¿para qué?    Al final, luego aún si logro ser lo que deseo ser, me veo sola.
Entonces pasamos a lo otro que pensaba hoy.  Y es que yo soy una persona demasiado idealista que termino siendo ingenua, si, eso a mis 26 años.   Yo pensaba ilusamente que podría tener un love de los que salen en los libros o en las películas.  Diablos, ¿acaso es mucho pedir que te amen por lo que eres, que te impulsen y acompañen para ser lo que serás, y que acepten lo que fuiste?  ¿Es mucho pedir ser transparente con el otro?  ¿Es mucho, que simplemente te quieran incondicionalmente y estén allí para ti?   Si, es mucho pedir.  Las relaciones son más como un contrato, un negocio.  Escoges a alguien que más o menos llene tu lista de requisitos, luego cumples con tus deberes y respetas los derechos del otro, y ya estamos.  Te olvidas de los sentimientos, porque te hacen ciego y débil, disfrutas de la parte física porque obviamente nadie es de palo, pero también puedes buscar la parte física afuera siempre y cuando tu “soci@” no se entere.  Se vale lo que sea, siempre y cuando no rompas las reglas.  Así que todos terminamos siendo abogados, interpretando un código a nuestra conveniencia.   Te olvidas del romance, te olvidas de… ¿cómo decirlo?  Digamos que harás lo que sea por tu supervivencia, y si te piden cambiar tu vida por la del otro, olvídalo.
Yo en verdad, esperaba tener algo de eso que dicen las historias que existe.  Pero no existe.  Así que no sé… reconstruiré mis pedazos y me levantaré de las cenizas.  Lucharé muy fuerte para ser lo siempre quise, pero me voy a olvidar del amor.  Al diablo con eso.  En verdad si todo es un negocio, prefiero no tener nada.  Ya le dije a mi hermano, que se prepare a tener muchos hijos, yo sólo seré la tía cool.

viernes, 17 de junio de 2011

Estar sola literalmente, para darte cuenta que realmente siempre has estado así...

Si. A veces basta ver la puerta para entender que ya estás afuera.  Y eso me ha pasado en este viaje a un paraje perdido de la civilización.

Pues, aquí no conozco a nadie mas que a tres compañeros de trabajo.  Y el más cercano, está tan ocupado con su propio trabajo y su vida, que solamente lo veo en Skype o en un mensaje al celular.  Mis más largas conversaciones incluso acá, siguen siendo sobre asuntos de trabajo y con mi mamá que me contacta siempre para saber como va todo.  Mi novio, pues nos intercambiamos mails solo para decir que "I'm ok".  

Antes pensaba que cualquiera se podría sentir afortunado en mi lugar, incluso ahora mis compañeros de trabajo siempre mencionan "mi suerte" por venir a unas disque vacaciones pagadas por la compañía (que hasta hoy, el día tres, han sido una carga de estrés que para que contarlo, la única diferencia que en otro lado no en mi oficina), pero la verdad es que es una vida un poco vacía esta a la que me he acostumbrado.  Y sinceramente, si he sido así 26 años, la esperanza de que las cosas cambien se me hace bien ilusoria.  Veo más cercana mi soledad futura, que aquí entre nos no se siente muy bien acá dentro.  Hasta me da un poco de lástima pensar en mi misma como una exitosa profesional, en un departamento con vista al mar y con la única compañía de un estante lleno de libros y un helecho.  Y eso si realmente me va bien profesionalmente.

La soledad es como una gota de agua que cae pausadamente en un recipiente, y a ti no te preocupa porque es solo una gota.  La verdadera impresión te la llevas cuando el recipiente se desborda, y te preguntas ¿cómo, si era solo una gota?  Antes te preguntabas si era normal, pero no, no lo es.  No es normal que un sábado en la tarde cuando todos los demás están llamando a alguien para salir, dar la vuelta, aunque sea reunirse en la casa, tu te vas a la biblioteca a investigar algo, y no porque estés escribiendo un libro, sino porque realmente, no tienes algo mejor que hacer (y con esto no quiero decir que no me gusta ir a investigar, sino que las razones por las que voy son las incorrectas).  O en la noche, en las cuales me espera solo mi televisión en la casa.  Yo quería la soledad, pero ahora que la tengo me siento un poco triste.

¿Y es que esto es la vida? No.  Esto es lo que yo he hecho con mi vida.  Pero, ¿cómo cambiar? Si esto es como una carrera en una solitaria ruta, con el cielo gris y pasto verde que no cambia por mucho que yo corra.  Si mi vida es esto, la verdad no importa si termina mañana, la otra semana o en 60 años más.  It doesn't matter... 
Quizás esto me pasa porque hace un tiempo me sentía especial, única y con una misión en este mundo, aunque desconocía cuál era.  Pero la verdad, he resultado ser un naipe más en la baraja del universo.

lunes, 4 de abril de 2011

El amor es indispensable, pero no suficiente

No tengo que escribir mucho en realidad, la frase lo dice todo. Cada año que pasa me convenzo aún más de su veracidad.  Y es que si nos ponemos a ver bien en nuestra propia vida, o alrededor, la mayoría de las personas difícilmente terminan con quien más querían, terminan con la persona que más se ajustaba a lo que querían en el momento en que ya no quisieron seguir solos.  Habrá sus excepciones, pero a mí me parece que la mayoría sigue el patrón que describo.
Y si la vida es así… que mierda!, y perdón por el comentario, pero no encuentro nada que le encaje menor.
De nada sirve que dos personas se quieran muchísimo, si los caminos por los que transitan son opuestos.  Se puede ser diferente, pero hay que ir en una misma dirección.  Y no es que uno vaya por allí y escoges justo aquel que tiene un camino diametralmente opuesto, es que te enamoras sin saber cómo, y ya luego que pasa el tiempo te das cuenta de lo que has hecho y de quién te has enamorado.  Ojala las personas trajeran una etiqueta que dice: este funciona, o a este otro mejor ni lo voltees a ver.  Pero allí ya volvemos a la utopía…
Y es que hay gente que enfoca este asunto de una manera muy práctica.  Hoy recuerdo que conversaba con un amigo del tema, y él me dice que cualquiera de sus exnovias estaría perfecta para formalizar algo.  Yo por el contrario, no me puedo visualizar con ninguno de mis ex, ni con los chicos que he salido, ni con nadie más que no sea la persona que quiero.  Entonces, mi amigo me ha hecho pensar que quizás estoy cometiendo un error, quizás como me dijo alguien una vez: “ves tu vida como una historia de un libro o una película, cuando la realidad es distinta”.  Yo, todavía no puedo sacarme la estúpida idea de que uno en la vida se enamora una o dos veces a lo sumo, de verdad, y que hagas lo que hagas, reproducir esa emoción en la misma intensidad es casi imposible.  Lo que me hace preguntarme que si las cosas son así, y  no puedes repetir la emoción, y no terminas con la persona que lo produce, ¿qué sentido tiene la vida?  O como dice una canción por ahí: “de qué me sirve la vida, sino la vivo contigo”.  Y suponiendo que las cosas sean así, imagino que uno puede querer a alguien de nuevo, pero jamás es igual…  Entonces, ¿será que la vida es asi?  ¿O será que la estoy viendo demasiado teatral?   ¿Será que como dice mi amigo, ”cualquiera está bien”?… Entonces me pregunto ¿Cuál de las dos es la verdad?  ¿Quién me puede decir cómo es la vida en verdad?
Así que regresamos al principio… a veces es un viaje, a veces simplemente los dos quieren cosas distintas que excluyen una vida en común, entonces te toca hacer de tripas corazón y mandar todo al diablo para seguir adelante.   A ciertas personas, situaciones como estas caen como balde de agua fría, porque puedes ser muy duro en tu exterior, podrán pensar que nada te afecta ni te conmueve, pero es porque en el fondo eres todo lo contrario y por eso te ha tocado crear todo un mecanismo de autodefensa: enormes muros en los cuales estableces un estricto control de quién pasa.  Pero cuando te enamoras te alocas y dejas todas las puertas abiertas hasta que llegan al centro, y te dejas llevar…  Como tu mecanismo de defensa es tan especial, para ti querer a alguien es un proceso que toma largo tiempo, y olvidar, otro que toma mucho más y deja muchas cicatrices, y te vuelven en alguien más duro que al principio.  ¿Cómo le hace una persona así cuando se da cuenta de que por más que quiera a esa persona, absolutamente nada de lo que haga podrá superar los obstáculos que los separan?  Porque si, se podrá olvidar tras mucho tiempo del asunto, pero va duro que quiera a alguien de la misma forma.  Entonces no me queda otra que pensar, que este tipo de personas terminan solas, porque dan todo o no dan nada, viven su vida con una fachada exterior y así sobrepasan los mil y un peligros que les impone su camino, porque su yo interno está seguro.  Y así es como terminas solo, sin importar lo bonito, inteligente o divertido que puedas ser.  Porque como dije al principio, el amor es indispensable pero no suficiente.

Lunes, 4 de abril 2011.
11:05 PM

domingo, 16 de enero de 2011

Somos Hipócritas


En los últimos días me he visto envuelta en una cruzada para nada voluntaria: buscar apartamento.  Las razones de la misma son temas para otro post, aquí lo que quiero es hablarles de aquellos seres humanos llamados agentes de bienes raíces.  Y ojo, que no quiero estereotipar, simplemente ellos exponen bien ese comportamiento que todos tenemos una que otra vez, unos en mayor escala que otros.
Quien que no haya pasado por estas andanzas y ha escuchado el “me gustaría que usted se lo quedara” o “ tu entras en el perfil que queremos para que habite aquí”.  Luego de eso vienen la presión: “tú me gustas, pero ya sabes, si viene otra persona antes que tu…”. Te hacen creer que tú les caes bien, que ellos te están ayudando, que van a elegirte porque “ey, you’re nice”.  Y los incautos como yo, le decimos: “oiga no, ¿qué hay que hacer?  Sucumbes a la presión, y ganan ellos porque te terminan imponiendo sus condiciones.  Casi me pasa, pero me di cuenta a tiempo. Claro, que lógicamente si es mi apartamento se lo alquilo cómo y a quien a mí me da la gana.
Hay otro ejemplo interesante.  Hace años, estando en el colegio, recuerdo a este chico que era de los populares, y que era mi amigo.  Una vez recuerdo que se peleó bien feo con aquellos seres que los demás pendejos adoraban, se portaron pésimo con él, pero después de un tiempo al final él terminó conviviendo con ellos de nuevo, como si nada.  Yo, anonadada de que pudiera siquiera hablarles a aquellos que incluso lo humillaron le pregunté ¿Por qué?  Yo en su lugar, hubiese seguido mi camino, y adiós.  Pero la respuesta de él es que así somos todos, y que al final si no era con ellos, con quién más iba a estar. Esto sonará old fashioned, pero es como si yano existiera el honor, estamos todos en un enorme grupo donde nos sonreímos, nos queremos, nos apuñalamos por la espalda, y todo está bien, es normal.  ¿Es normal?
Y es que nosotros los seres humanos tenemos un lado hipócrita enorme.  Quien no ha pasado por la situación de “Fulanito X es un pesado, me cae de la patada”.  Pero allí estamos, haciendo chistes con ellos, hablándoles de lo más nice, aunque por dentro pensemos que son unos perfectos estúpidos.  Y lo hacemos solo porque nos conviene: obtenemos un negocio, una ganancia, favoritismo, etc.  Hipócritas, doble cara.  Quizás la otra persona hasta se traga el cuento de que nos cae bien, hasta que somos sus amigos. Ilusos.  Por eso dicen que este mundo es para los vivos, no para los pendejos.  Porque a las finales nadie se preocupa por ti, solo vela por sus propios intereses.  Si tu no interfieres cool, pero si sí, entonces te quitan del camino.  Y con esto no quiero decir que apoye esa conducta, sino que este mundo simplemente no es honesto.  Son muy pocos los que lo son y generalmente les va mal (sino, miren a su alrededor y verán).  ¿Para qué te molestas en ser transparente?  ¿Para qué ser buena persona?  Esos pocos al final terminan envenenados con la ponzoña de los demás, porque desafortunadamente descubres que te les tienes que unir para sobrevivir, en mayor o en menor grado, pero lo tienes que hacer.
Y si, yo también terminé siendo hipócrita, pero me doy cuenta que aún no soy lo suficiente.

sábado, 1 de enero de 2011

2011: Change or Die!


2010 no ha sido precisamente mi mejor año.  Por eso anoche, cuando los fuegos artificiales anunciaban que se había ido y comenzaba una nueva época,  lo más que pude sentir es cierto alivio y un poco de miedo también, porque es aterrador pensar que este año siga el mismo patrón que el año anterior.
Profesionalmente, ha sido un año de logros, reconocimientos, viajes.  No puedo quejarme.  Increíblemente a pesar de que todo el mundo piensa que soy afortunada, para mi ha significado mucho pero mucho estrés que manejar.  Estrés que ha decantado en dolores de espalda, gastritis, falta de sueño y cansancio eterno, que te deja sin ánimo para realizar otras cosas.  2010, un año puramente de trabajo.  Tuve que dejar a medias dos cosas que me encantaba hacer porque el trabajo no me lo permitió, pero también porque yo no luché lo suficiente para  poder obtenerlo.
Lo que me preocupa del 2011 es que los años luego de salir de la universidad se van demasiado rápido.  La percepción del tiempo se hace diferente,  el correr de los días es más veloz, y cuándo menos te das cuenta resulta que ya se fue otro año.  Y en el que viene voy a cumplir 26, lo cual es aterrador si me pongo a ver que en mi plan de vida, a esa edad debería estar haciendo otras cosas.  Debí tener una maestría al menos, al menos un libro escrito, al menos saber en qué enfocar mi vida.  Y resulta que me encuentro en un limbo: una carrera que no está mal, pero que no me emociona y la cual no me veo ejerciendo en cinco años más,  desgano, estrés continuo y sin propósito: las cosas dejaron de tener un sentido, la vida, mi vida más bien no lo tiene.  Me he ido alejando de todo el mundo, y quizás eso explique por qué hoy que es un día usualmente de fiesta, estoy sola aquí en mi apartamento meditando en esas cosas.  Meditando porque no pueden seguir igual, porque cada día que pasa me hundo más y más.  Y para ser sincera conmigo misma, ya estoy cansada de autocompadecerme y amargarme porque no he sabido hacer las cosas bien.
Algo positivo de los inicios de año, es que te da la oportunidad de delimitar lo que has hecho antes, y lo que harás.  Y la verdad no está mal que nos tomemos un rato para pensar en aquellas cosas en las que debemos poner nuestro empeño.  Porque de nada sirve remar con todas tus fuerzas si no  sabes a qué dirección te diriges.
Así que el 2011, cambio o muero en el intento.