domingo, 7 de febrero de 2010

Síndrome de Estados Unidos


Los Estados Unidos, el país donde el “sueño americano it’s happening”… el país de la libertad.  ¿Suena bonito verdad?  Este país siempre me  ha intrigado.  Más de dos siglos de existencia, fundado por desterrados buscando un lugar donde se pudiesen hacer las cosas diferentes.  En un siglo se convirtieron en una gran potencia económica, política, hasta llegar a ser los números uno.   Pero ha pasado otro siglo más, y en el mundo se huele un aroma diferente (¿a han pao y chow-mein quizás?). 
Una vez leí que en todas las épocas de la historia humana, ha existido una nación que se ha impuesto sobre las demás, que ha llevado el liderazgo.  A ver, recordemos:  el Imperio Romano, Bizancio, al inicio de la Edad Moderna España, luego Inglaterra.  Todo lo que sube tiene que bajar, y esto se aplica también a esta especie de ranking de la hegemonía mundial.   Y me parece a mí que estamos en una de esas etapas de transición.  Estados Unidos se está endeudando hasta más no poder, su Reserva Federal imprime billetes que valen ya no porque tengan el respaldo, sino por su simple prestigio, de ser la economía más fuerte del mundo, la potencia.   Los siguientes años serán interesantes, si una simple persona como yo puede vislumbrar que todos los imperios han tenido su final, las brillantes mentes de esta nación deben haberlo pensado también y tomar los correctivos necesarios para no seguir alimentando la tradición, pero no creo que les sea muy fácil con un gigante asiático pisándole los talones.  Pero bueno, eso no es lo que nos ocupa en esta ocasión, eso era solo una introducción.
Otra cosa que me parece interesante (ya por último antes de entrar en materia) es el hecho de que (y perdonen si ofendo a alguien por generalizar) el americano promedio no sea muy inteligente que digamos, y así han llegado a lo que ser lo que son.  Digo, se han robado muchos cerebros de otros lados, pero tampoco vamos a quitarles el mérito a sus cerebros.  Un porcentaje pequeño de brillantez humana si lo comparas con la totalidad de su población, pero bueno, su éxito quizás se deba a que tienen buenos capitanes y un montón de marineros dispuestos.
Vayamos al grano… regresemos a la historia, aquella que los vencedores han escrito.  Sí, solo el tiempo y otras mentes que pensaron diferente han podido analizar nuestra historia más antigua de otra forma a la usual donde las razones del vencedor eran más válidas que las del vencido, porque el vencedor era el que contaba el cuento.  A ver, ¿acaso los historiadores romanos mencionaron la cantidad de masacres que hicieron a los pueblos conquistados? No, se limitaban a hablar de la grandiosidad de su imperio, y de cómo “civilizaban” a los bárbaros que conquistaban.  La historia inmediata siempre muestra al bueno, se enaltece la pluma que escribe, pero nadie garantiza que realmente lo sea, sólo el tiempo y diferentes perspectivas de la misma situación pueden ayudarnos a tener una idea más clara, y a veces ni así.
Vamos al presente.  Estados Unidos es vendido a la mayoría del mundo como la nación salvadora: los que defienden los derechos humanos, los que velan por el bienestar de la humanidad, los buenos de la película…. ¿Esos mismos que bombardearon Afganistán, con toda la población civil, mientras veíamos en vivo por CNN como ocurría todo?     No soy anti-yanqui, tan solo quiero mostrar otra perspectiva del asunto.  No es que los americanos sean malos, el problema es que nos los venden como totalmente buenos y eso no es cierto, tienen miles de defectos y cosas malas, y más que cualquier otra cosa: no todo lo que hacen es correcto. Pero, ¿quién dictamina qué es correcto?  Sí, sabemos que matar es malo, pero hay otras cosas que no son tan simples de decidir, y esto es porque el mundo en el que vivimos no es un blanco y negro perfecto, es gris.  Y el grandísimo problema de esto es que nosotros los seres humanos, incluyéndome, no entendemos eso y creemos que de una u otra forma que lo que nosotros hacemos es lo correcto, basados en miles de cosas: experiencias, creencias religiosas, dogmas, constituciones.  Pero nadie es dueño de la verdad absoluta…. ¿a quién creerle? ¿Cómo elegir?  ¿Dónde está el libro que te dice qué es lo correcto y qué no?  No lo hay… y no saldrá una voz del cielo que nos diga “no lo hagas” cuando estamos a punto de cometer una transgresión. 
Y esto no se aplica solo a naciones, se aplica a personas.  Como decía, hay muchos Estados Unidos caminando por allí, gente que de una u otra forma va a encontrar explicaciones para sus acciones que los justificarán y les darán la razón, aunque sea para ellos mismos.  Y durante un conflicto entre dos personas que se creen buenas (y pues, todavía no conozco a nadie que en el fondo se vea a sí mismo como malo)  siempre habrá una lista larga de razones que nos hacen quedar como los buenos de la película siempre, y a nuestra contraparte, como el malo.  Al final solo el tiempo puede tener una respuesta real de todo esto, y a veces ni así.
Qué mundo este en el que nos ha tocado vivir.  Al final todos somos buenos y tenemos la razón, porque siempre hay muy buenas excusas para explicar lo malo.  Nadie tiene el poder de decidir si nuestras acciones son buenas o malas, pero yo pienso que todo en esta vida con causa tiene un efecto, así que en mi concepto, las consecuencias de nuestros actos estarán pegadas a nosotros mismos siempre.  Quizás no haya caminos buenos ni malos, simplemente vías con desenlaces diferentes. La intención quizás marque la diferencia, pero realmente al final independientemente si lo que hicimos fue con buena o mala vibra, las consecuencias van a estar allí y son de color gris.
So, yanquis, en dos siglos más, si es que no hemos acabado con la Tierra aún, quizás a su nación se le vea no únicamente como los salvadores de la humanidad… para el resto de nosotros los mortales que no merecemos ser analizados por un conjunto de mentes brillantes, solo nos queda disfrutar del infierno personal que dispondremos cada vez que metemos la pata.
Lunes 8 de febrero, 2010-02-08
12:29 AM